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En el artículo de hoy queremos hablar sobre la poco conocida sindesmosis, una articulación fibrosa que une huesos separados por una amplia distancia con una lámina de tejido (que puede ser un ligamento o una membrana fibrosa).
Si bien, esta articulación se encuentra en distintas partes del cuerpo, la más destacada es la del tobillo, entre la tibia y el peroné. Y es, precisamente, de ese punto en específico del que vamos a profundizar.
Empezaremos diciendo que la sindesmosis es una estructura compleja, que tiene un rol indispensable para la estabilidad del tobillo, y la transmisión de cargas a través del tobillo.
En resumen, ayuda a sostener el cuerpo y su movimiento está relacionado con la posición del tobillo.
Generalmente, las lesiones de la sindesmosis se asocian a fracturas de tobillo, y se les conoce como fractura de tobillo sindesmal o transindesmal. De hecho, este tipo de fracturas del peroné corresponden de un 10 a un 30% de todas las fracturas de tobillo, según investigaciones publicadas por la Revista Médica Ocronos.
También pueden producirse lesiones del ligamento por traumatismos de impacto (golpes, caídas) y torsión externa del tobillo durante la práctica de actividades deportivas. A ese fenómeno se la llama “esguince alto de tobillo”.
El síntoma principal de la sindesmosis es el dolor que se siente en los ligamentos localizados entre la tibia y el peroné.
Incluso, puede presentar una profunda hinchazón localizada en la sindesmosis, dependiendo de la intensidad del traumatismo y de la presencia o no de fracturas.
El diagnóstico de este tipo de lesión se basa en la exploración médica, en la aplicación de pruebas físicas y en la realización de pruebas de imagen como Radiografía Simple, TAC y/o Resonancia Magnética.
Finalmente, si las pruebas de imagen no brindan un diagnóstico definitivo, se recurre a la artroscopia de tobillo. Esto permitirá visualizar directamente la sindesmosis y el cartílago articular.
De esta manera, conoceremos si se trata de este tipo de lesión y su gravedad, para así aplicar el tratamiento más efectivo.
El tratamiento surge de la gravedad de la lesión, y puede ir desde hielo y reposo junto a ejercicios de rehabilitación progresiva, hasta cirugía.
Con la cirugía se busca reducir y estabilizar las estructuras en la posición correcta para lograr una adecuada cicatrización de los ligamentos y prevenir cambios degenerativos secundarios antes de tiempo. Es normal que requiera la colocación de tornillos.
Lamentablemente, pueden también existir lesiones de este tipo que no son reparables. Algunas de sus secuelas pueden ser dolor crónico e inestabilidad.
Contáctenos si cree que está experimentando los síntomas de una lesión de sindesmosis en el tobillo. Es importante que reciba atención oportuna y especializada para recuperar su calidad de vida.
