La cadera es una articulación muy estable, que permite un amplio rango de movimiento, pero una caída puede causar la fractura de los huesos que la componen.
La fractura de cadera es una lesión grave, que afecta principalmente a adultos mayores y personas delgadas, sedentarias, con déficit de calcio y vitamina D, pacientes con artritis e individuos que sufren mareos o dificultad para mantener el equilibrio, debido al consumo de medicamentos.
Pero también los niños y los adultos jóvenes pueden ser víctimas de una fractura, si sufren un accidente imprevisto o una lesión sufrida durante la práctica de una actividad deportiva.
De acuerdo con informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) las fracturas de cadera se ubican entre las diez principales causas de discapacidad, en todo el mundo, y tienen el inconveniente de que su tratamiento y atención demandan altos costos.
Por eso, debido a las repercusiones que esta patología tiene para el paciente, sus allegados y la sociedad, se considera que el mejor tratamiento es un control adecuado de las enfermedades metabólicas, como la diabetes, la hipertensión, la insuficiencia renal y la osteoporosis, junto con un estilo de vida saludable.
En Costa Rica, la incidencia de fractura de cadera es de 34 personas por 100 mil habitantes y la mortalidad anual ha alcanzado la cifra del 20%.
Diagnóstico
En la primera etapa del diagnóstico, los médicos observamos si la persona siente dolor y no puede apoyar la pierna y si la cadera y la pierna presentan una posición anormal. De ser así, ordenamos una radiografía.
Pero si la radiografía no muestra una fractura, y el paciente sigue con dolor, recurrimos a una resonancia magnética o practicamos una exposición ósea, para definir si existe una fisura delgada o pequeña.
Generalmente, las fracturas ocurren en la parte superior del fémur (cuello femoral), debajo de la articulación esférica de la cabeza del fémur o en la parte superior del fémur que se proyecta hacia afuera.
Pero también es posible que nos encontremos ante una fractura atípica, más bien propia en personas tratadas durante largos períodos con medicamentos que aumentan la densidad ósea.
Tratamiento
En la medida que la salud se lo permita, la persona que sufra una fractura de cadera debe someterse a una intervención quirúrgica, para asegurar que la pierna afectada sane adecuadamente.
Realizamos una cirugía con tres propósitos básicos: realizar una reparación interna, mediante la colocación de tornillos; reemplazar con prótesis el extremo superior del fémur y la cavidad en el hueso pélvico; o reemplazar parcial o totalmente la cadera (la cabeza y el cuello del fémur) con una prótesis de metal.
Aunque, después de la operación pueda sentirse adolorido, es importante que el paciente comience a moverse y caminar lo más pronto posible. Lo más probable es que necesite un caminador o un bastón que le ayuden a caminar.
También es prioritario que el paciente reciba terapia de recuperación, para que aprenda a sentarse, levantarse y caminar, para evitar una nueva lesión en la cadera y para que se ayude en el fortalecimiento.
De regreso a casa, después de la cirugía, es posible que el paciente también necesite el apoyo de una enfermera, un familiar o un allegado, tanto en el proceso de fisioterapia, como en la ejecución de actividades cotidianas, como bañarse y cocinar.
Tal es la gravedad de una fractura de cadera, cuyas complicaciones (por causa de la inmovilidad durante un largo período) pueden agravarse e inclusive, causar la muerte.
De ahí la necesidad de entender que una fractura de cadera es una emergencia médica que, además del tratamiento médico especializado, demanda una cuidadosa y sistemática atención pos hospitalaria.
Orthopedik es una clínica conformada por personal especializado en el manejo de lesiones musculo esqueléticas, equipada con los equipos tecnológicos de más avanzada y respaldada por diversas compañías aseguradoras nacionales e internacionales. Solicite más información con nosotros.