- En primer lugar, es fundamental realizar ejercicios de estiramiento antes y después de las actividades físicas que involucren el uso repetitivo del brazo y del codo. Estos ejercicios ayudan a mantener la flexibilidad y la movilidad de los tendones, reduciendo la tensión en el codo y previniendo lesiones.
- En segundo lugar, es esencial llevar a cabo una buena técnica en las actividades cotidianas que impliquen el uso del brazo, especialmente en aquellas que se realizan de manera repetitiva. Esto implica evitar movimientos bruscos y forzados.
La epicondilitis, también conocida como codo de tenista, es una lesión que afecta al tendón que une el músculo del antebrazo con el hueso del codo. Esta lesión es común en personas que realizan actividades que implican movimientos repetitivos del antebrazo, como el tenis, la carpintería, la pintura, entre otras. Sin embargo, cada vez es más común que se relacione la epicondilitis con el uso excesivo de dispositivos electrónicos, entre otras causas.
¿El uso frecuente de dispositivos electrónicos genera “codo de tenista”?
Efectivamente, el uso de dispositivos electrónicos, como smartphones, tabletas y computadoras, implica movimientos repetitivos del dedo y la muñeca, lo que puede provocar una tensión constante en los músculos del antebrazo y el codo.
Además, el uso prolongado de estos dispositivos puede llevar a una mala postura y una mayor tensión en los músculos del cuello y los hombros, lo que también puede contribuir con la aparición de la epicondilitis.
Prevención de la epicondilitis pese a los hábitos de la vida moderna
Como explicamos antes, esta lesión se produce por la sobrecarga repetitiva de los tendones que se insertan en la epitróclea o epicondilo del codo, lo que provoca dolor, inflamación y limitación de los movimientos.
Para prevenir la epicondilitis es importante seguir algunas recomendaciones simples pero efectivas que vamos a compartir a continuación:
- En tercer lugar, es necesario mantener una postura adecuada durante el trabajo, la práctica deportiva o cualquier otra actividad que involucre el uso del brazo.
- Otra recomendación importante para prevenir la epicondilitis es utilizar herramientas y equipos adecuados. Por ejemplo, utilizar raquetas, palos y otros objetos deportivos que se adapten a la talla y peso del individuo, y utilizar equipos de protección como coderas y muñequeras para reducir la presión y la tensión en el codo.
- Finalmente, es importante realizar pausas regulares durante las actividades físicas y cotidianas que impliquen el uso del brazo, para permitir que los músculos y tendones se recuperen y descansen. Esto ayuda a prevenir la fatiga muscular y la sobrecarga en el codo.
Este último punto conlleva disminuir la cantidad de horas que pasamos pegados a la computadora o el celular; o bien, hacer pausas entre las horas de más uso, e incluso, una buena idea sería un día completo de detox tecnológico por semana.
De esta manera, se puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar esta dolorosa lesión y mantener una buena salud musculoesquelética. No obstante, si usted ya presenta los síntomas y su calidad de vida ha disminuido, contáctenos de inmediato para atenderle de la mejor manera y asegurar que reciba el tratamiento adecuado.