Reposo y Rehabilitación:
Muchas veces, el cuerpo necesita tiempo para sanar por sí solo. El reposo combinado con fisioterapia puede ser esencial para la recuperación.
Medicamentos:
Como hemos explicado en otros espacios de este sitio web, los nalgésicos y antiinflamatorios son frecuentemente recetados para aliviar el dolor y la inflamación.
Inmovilización:
En algunos casos, se necesita inmovilizar la zona afectada utilizando yesos o férulas.
Cirugía:
Para lesiones graves, como rupturas de ligamentos o fracturas desplazadas, la cirugía puede ser la única opción.