En este sitio web hemos ya hablando de la fascitis plantar, sus causas y tratamiento. Pero hoy queremos aclarar una duda que siempre nos hacen en consulta cuando se trata de lesiones del pie: ¿La fascitis plantar y el espolón son lo mismo?
Fascitis Plantar
Recordemos que la fascitis plantar es la inflamación de una banda gruesa de tejido que atraviesa la planta del pie.
En ese sentido, la fascitis plantar impacta la vida de muchas personas que hacen ejercicio frecuentemente y de alto impacto, como los corredores, bailarines o quienes realizan danza aeróbica. También es común en personas con sobrepeso. Y con edades entre los 40 y 60 años.
Por otro lado, existen personas que, por naturaleza, tienen pies planos, un arco alto o un patrón irregular de caminar; estas condiciones promueven la fascitis plantar al afectar la forma en que se distribuye el peso sobre el pie.
Finalmente, hay ocupaciones o trabajos que exigen pasar muchas horas de pie, lo que puede dañar la fascia plantar.
Espolón o dolor en el Talón
Mientras tanto, el espolón o espolones calcáneos son depósitos de calcio en el hueso del talón, desarrollados como respuesta a un daño en la fascia plantar, localizándose el dolor – una especie de sensación punzante – exclusivamente en el talón.
Digamos, por lo tanto, que los espolones calcáneos son un efecto secundario de la fascitis plantar.
En palabras sencillas, cuando el ligamento de la fascia plantar se daña, el cuerpo genera lo que conocemos como espolones calcáneos en un intento natural de brindar apoyo a la fascia dañada.
Por esa razón, atender con prontitud la fascitis plantar puede ser una forma de prevenir el espolón.
Otras causas de esta segunda patología son la edad, mal alineamiento de los huesos de los pies o procesos inflamatorios asociados a espondiloartropatías.
Recomendaciones para prevenir dolores en el pie
Para combatir la fascitis plantar y espolón calcáneo es indispensable seguir recomendaciones como las siguientes:
- Llevar calzado que tenga una plantilla que ofrezca amortiguación y no esté gastada en el talón.
- Hacer descansos durante el día.
- Bajar la intensidad del ejercicio o actividad física de ser necesario.
- Mantener un peso saludable.
En resumen, la fascitis plantar y el espolón son dos condiciones distintas, pero relacionadas, que generan un dolor crónico o intermitente en pies y talones.
Para poder identificar y solucionar cualquiera de estos problemas se requiere un diagnóstico adecuado, radiografía y ser visto por un especialista ya que es común que cuando una persona expresa dolor en los pies, puede no ubicar su proveniencia o la zona exacta.
Contáctenos si cree que podría estar padeciendo de alguna de estas condiciones y le atenderemos con gusto.