El ligamento de Lisfranc es un cordón de tejido que une los huesos largos que conectan a los dedos de los pies (metatarsianos) y los huesos en el arco (tarsianos). La articulación, que toma el nombre del ligamento, se ubica en el empeine.
La posibilidad de que la articulación de Lisfranc sufra lesiones es muy amplia y abarca desde frecuentes esquinces leves hasta raras fracturas y luxaciones que pueden acarrear consecuencias muy delicadas.
Los denominados esguinces del medio pie (en los ligamentos tarsometatarsianos) son frecuentes entre las personas que practican actividades deportivas y las fracturas y luxaciones se deben a accidentes de tránsito o caídas desde considerable altura.
Debido a la potencial gravedad de las consecuencias, la sospecha sobre la existencia de un esguince, una luxación o una fractura, amerita urgente atención médica del paciente.
A título general, síntomas de una lesión en el ligamento de Lisfranc son un traumatismo en el pie, inflamación a nivel del empeine y dificultad o incapacidad para depositar peso sobre el pie y al caminar.
En presencia de estos síntomas, se requiere una exploración neurovascular del pie, particularmente si la lesión proviene de un accidente de alta energía (un accidente de tránsito o una caída desde altura) y presenta politraumatismos.
Diagnóstico
Para determinar la gravedad de la lesión, los neurocirujanos necesitamos radiografías del pie, anteposteriores, laterales y oblicuas del pie. Incluso, es posible que se requiera una radiografía colateral, para hacer una comparación.
Cuando los desplazamientos son muy evidentes y los huesos largos (metatarsianos) se encuentran fracturados y luxados, puede ser necesaria una Tomografía Axial Computarizada, para determinar con mayor propiedad el tratamiento quirúrgico de las lesiones.
Y en caso de que las radiografías y el TAC sean negativas, requerimos pruebas de Resonancia Magnética, por su utilidad para observar las lesiones ligamentosas que no se aprecian mediante las otras técnicas.
También nos puede resultar de utilidad una prueba por radiación gamma (gammagrafía ósea) en casos complejos de pacientes que acuden a buscar atención médica semanas después de ocurrido el traumatismo.
Tratamiento
El tratamiento está determinado por la cantidad de articulaciones y huesos afectados y de la magnitud de su desplazamiento.
- En los esguinces sin desplazamiento, entre el primero y segundo metatarsianos (esquinces del medio pie grado 1) el tratamiento consiste en la colocación de un botín de yeso, durante un período de seis semanas, y el reinicio gradual de la carga sobre el pie.
- Cuando existe desplazamiento de los huesos afectados, con pérdida de la congruencia de las articulaciones (esguince del medio pie grados II o III) lo que recomendamos es el tratamiento quirúrgico.
En este caso, fijamos internamente las columnas afectadas, mediante agujas de Kirschner o tornillos (canulados o no) colocaos bajo control radiológico. De previo a la operación, es indispensable controlar la inflamación y el edema. Debemos inmovilizar el pie y procurar una descarga postoperatoria progresiva durante un lapso de seis a ocho semanas, protegida inicialmente por el yeso.
El tratamiento es complejo y prolongado, pero es necesario y aún más necesario, acudir a tiempo donde un médico especialista, por lo tanto, ante la sospecha de que sufre una lesión del ligamento de Lisfranc, contáctenos.
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