Empecemos por el principio: ¿Qué son los famosos meniscos?
Cada una de las rodillas del cuerpo humano tiene dos meniscos: uno en la zona interna de la pierna, y uno lateral en la parte externa.
Los meniscos son piezas de cartílago en forma de C que funcionan como amortiguadores del peso corporal entre el fémur y la tibia. Son como un cojín diminuto y ayudan a suavizar impactos y mantener la articulación estable, apoyando a los ligamentos.
Es decir, son fibrocartílagos duros, resistentes y elásticos a la vez. ¿Puede tocarse en este momento los cartílagos de las orejas? Algo como eso. Y, como ya mencionamos, tienen forma de cuña y están formados por el cuerno anterior, cuerpo y cuerno posterior.
Ahora sí, ¿qué es, entonces, una rotura de menisco?
Es una lesión muy común, y cualquier movimiento donde se tuerce o gire la rodilla con fuerza, especialmente al poner todo el peso sobre ella, puede llevar a que ocurra una rotura del menisco.
Las más frecuentes de las roturas son en el menisco medial y dentro de este en el cuerno posterior. Se pueden generar por traumatismos o cambios degenerativos por la edad.
Este tipo de lesión causa dolor e hinchazón. También presenta problemas para extender por completo la rodilla y da una sensación de que la rodilla está trabada al tratar de moverla.
DIAGNÓSTICO:
Lo ideal para hacer un diagnóstico de rotura del menisco es apoyarse en tecnología, además de la revisión del médico especialista.
Si bien, debido a que el menisco está hecho de cartílago, una rotura no aparecerá en las radiografías, estas sí pueden ayudar a descartar otros problemas que causan síntomas parecidos en la rodilla.
Por su parte, la resonancia magnética es el mejor estudio por imágenes para detectar una rotura del menisco.
TRATAMIENTO:
El tratamiento sencillo que podemos hacer desde casa con reposo, hielo y medicamentos, a veces no es suficiente para aliviar el dolor de una rotura de menisco y dar tiempo a la lesión para que sane. Esto depende, claro, de la magnitud del desgarro.
Por eso, muchas veces se recomienda fisioterapia para fortalecer los músculos y sostener la articulación. Y, otras veces, incluso se requerirá la intervención de un cirujano ortopédico.
Es decir, si el desgarro no se puede reparar, el menisco se puede recortar quirúrgicamente en una operación llamada Artroscopia, donde el médico inserta una pequeña cámara a través de una incisión hecha en la rodilla lo que permite examinarla por dentro.
Y, a partir de lo que observe el médico, se insertarán otros instrumentos quirúrgicos a través del artroscopio o a través de incisiones adicionales en la rodilla para finalmente reparar la rotura o el desgarro.
En ese sentido, la meniscectomía parcial por artroscopia es la intervención más común para tratar las roturas del menisco pues sólo se quita la parte rota, dejando un borde estable y resguardando el máximo posible del menisco. No obstante, algunos casos graves requieren una resección casi total.
La recuperación es bastante rápida, y se pueden incorporar actividades habituales a partir de los 5 días.