Las torceduras y las fracturas del tobillo son lesiones deportivas comunes y se encuentran entre las causas más frecuentemente tratadas por los cirujanos ortopédicos.
La torcedura o esguince es una lesión en los ligamentos que conectan los huesos entre sí y dan estabilidad y soporte a la articulación, que está conformada, a su vez, por el hueso del tobillo y el extremo inferior de los dos huesos de la pierna.
La fractura es la ruptura de uno o más huesos y puede ser parcial (cuando el hueso está solo fisurado) y completa (cuando el hueso se quiebra en dos partes).
Generalmente, el esguince es tratado con descanso, hielo, compresión y elevación, medicamentos para aliviar el dolor y un período de terapia. Sólo se requiere cirugía cuando la lesión no se cura o el tobillo continúa inestable después del período de fisioterapia y rehabilitación.
A diferencia de la torcedura, una fractura puede requerir una cirugía de implante de placas, varillas o tornillos, para mantener la adecuada posición del hueso roto durante el proceso de curación.