La fascitis plantar es una de las causas más comunes de dolor de talón debido a la inflamación de una banda de tejido fibroelástico llamada fascia plantar que atraviesa la planta del pie y conecta el hueso del talón con los dedos de los pies, de ahí el nombre de esta condición.
Ese tejido tiene la forma de un arco y absorbe el choque al caminar, es decir, cumple una importante función biomecánica y protege los metatarsianos.
La fascitis plantar causa dolor punzante después de un período de reposo al estar sentado o acostado mucho tiempo, y es común que aparezca en los primeros pasos en la mañana. Esto ocurre porque, por la noche, la fascia está totalmente relajada y se hace más corta, pero cuando se coloca el pie en el suelo se produce una fuerte tensión y mucho dolor.
Conforme la persona se mueve durante el día el dolor normalmente disminuye, pero regresa después de largos períodos de estar de pie o cuando la persona se levanta después de estar sentada.
La fascitis plantar es muy común en los corredores, personas mayores de 40 años que no practican deporte y en pacientes con sobrepeso, especialmente si usan zapatos con soporte inadecuado.
Ahora bien, la inflamación, que es la causa del dolor, es posible tratarla con prescripción de elementos ortopédicos como el uso de plantillas a medida, taloneras de silicona, ortesis de tobillo o férulas nocturnas para favorecer la relajación de la fascia.
No obstante, estos tratamientos no quirúrgicos podrían tardar de 6 a 12 meses en aliviar por completo el dolor en el talón.
Dependiendo de la gravedad de la fascitis plantar, en Orthopedik ofrecemos también atención médica especializada, incluyendo la cirugía.
Esta última sirve para cortar parte del ligamento de la fascia plantar y liberar así la tensión y aliviar la hinchazón.
La intervención puede ser abierta, en la cual el cirujano hace una incisión en la zona, o puede hacerse introduciendo instrumentos quirúrgicos a través de incisiones muy pequeñas (tipo endoscópica).
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