
El síndrome del túnel carpiano es una de las neuropatías compresivas más comunes que afecta la mano y la muñeca. Cuando las opciones conservadoras dejan de ser efectivas, la cirugía se convierte en el tratamiento indicado, sobre todo en pacientes con un túnel carpiano grado severo o con antecedentes de túnel carpiano hereditario.
Reconocer cuando es necesario recurrir a procedimientos quirúrgicos puede marcar la diferencia, así como qué cuidados postoperatorios se deben seguir para una rehabilitación segura.
¿Cuándo es necesario una cirugía de túnel carpiano?
La cirugía de liberación del túnel carpiano está recomendada en los siguientes casos:
- Síntomas persistentes como dolor, entumecimiento, hormigueo o debilidad que afectan la calidad de vida.
- Diagnóstico confirmado de túnel carpiano grado severo, evidenciado mediante electromiografía.
- Atrofia de la musculatura tenar, lo que indica daño prolongado del nervio mediano.
- Fallo del tratamiento conservador tras varias semanas de uso de férulas, antiinflamatorios y fisioterapia.
También existen factores de riesgo que aumentan la probabilidad de necesitar cirugía, como ciertas condiciones hereditarias, enfermedades reumatológicas o laborales, y casos de túnel carpiano hereditario.
Técnicas quirúrgicas más utilizadas
La cirugía consiste en liberar el nervio mediano cortando el ligamento transverso del carpo. Existen dos técnicas principales:
- Cirugía abierta: se realiza una incisión en la palma para acceder directamente al ligamento. Suele utilizarse en casos complejos.
- Cirugía endoscópica: se realizan pequeñas incisiones y se introduce una cámara para visualizar y liberar el ligamento con menor daño a los tejidos.
Ambos procedimientos se realizan con anestesia local o regional y tienen un bajo índice de complicaciones. El tipo de cirugía se elige según la severidad, antecedentes del paciente y experiencia del cirujano.
Etapas de la recuperación postoperatoria
La recuperación varía según la técnica empleada, el estado general del paciente y su adhesión al tratamiento postoperatorio. En general, se divide en tres fases:
Fase aguda (0-2 semanas)
- Reposo funcional de la mano operada, sin inmovilización estricta.
- Elevación de la extremidad para reducir inflamación.
- Uso de analgésicos y medicamentos para desinflamar el túnel carpiano bajo prescripción médica.
- Higiene adecuada de la herida quirúrgica para prevenir infecciones.
Fase de recuperación funcional (2-6 semanas)
- Retiro de puntos y valoración médica.
- Inicios de movimientos activos de la muñeca y los dedos.
- Terapia física para prevenir rigidez articular y adherencias cicatriciales.
Fase de reintegración (6 semanas en adelante)
- Reincorporación gradual a las actividades de la vida diaria y laborales.
- En casos de túnel carpiano grado severo, el proceso puede extenderse de 3 a 6 meses.
- Ejercicios supervisados de fortalecimiento de la musculatura de la mano.
Recomendaciones postoperatorias
Para una recuperación óptima, se sugiere:
- Evitar esfuerzos o movimientos repetitivos durante las primeras semanas.
- Asistir puntualmente a las consultas de control y fisioterapia.
- Seguir las recomendaciones médicas respecto al uso de férulas o vendajes.
- Mantener una alimentación equilibrada que favorezca la regeneración tisular.
En Orthopedik contamos con especialistas en cirugía de mano y programas de rehabilitación individualizados. Si padece síntomas persistentes o ya has sido diagnosticado con túnel carpiano hereditario o túnel carpiano grado severo, lo invitamos a agendar una valoración. Estamos aquí para ayudarle a recuperar la funcionalidad y calidad de vida que merece.