La bursitis de rodilla es una condición inflamatoria que afecta a las bursas, pequeñas estructuras llenas de líquido que amortiguan y reducen la fricción entre los huesos y tejidos blandos de la articulación. Cuando una de estas se inflama, se genera dolor, hinchazón y limitación funcional. Nuestros especialistas están altamente capacitados para diagnosticar y tratar esta afección desde sus primeras manifestaciones.
En la rodilla, se encuentran varias de bursas, y entre las más frecuentemente afectadas están la bursa prepatelar (en la parte frontal de la rótula) y la bursa anserina (ubicada en la parte interna de la rodilla). Cuando estas se inflaman, se produce lo que conocemos como bursitis.
Es fundamental distinguir esta afección de otras enfermedades articulares comunes. A diferencia de la artrosis, que implica un desgaste progresivo del cartílago, o de la tendinitis, que afecta a los tendones, la bursitis compromete únicamente las bursas. Esta suele ser más localizada, con inflamación visible y dolor al tacto en un punto específico. Esta diferencia es clave, ya que el tratamiento y pronóstico varían según el diagnóstico.
Síntomas y diagnóstico de la bursitis
Usted podría estar enfrentando una bursitis de rodilla si experimenta:
- Dolor en la parte delantera o interna de la rodilla, que empeora al arrodillarse o flexionar.
- Inflamación o hinchazón visible en la zona afectada.
- Sensación de calor, enrojecimiento y sensibilidad al tacto.
- Dificultad para mover la rodilla de forma natural.
- Limitación funcional progresiva si la inflamación no se trata adecuadamente.
El diagnóstico debe ser realizado siempre por un profesional. En Orthopedik, nuestros médicos especialistas le ofrecen una evaluación completa que incluye examen físico detallado e imágenes diagnósticas. Las ecografías musculoesqueléticas permiten visualizar directamente la inflamación de la bursa, mientras que las radiografías y resonancias ayudan a descartar otras lesiones. En ciertos casos, es necesaria la aspiración del líquido para analizarlo y descartar procesos infecciosos.
Tratamientos farmacológicos, físicos y quirúrgicos
El tratamiento dependerá de la causa y severidad de la inflamación. En casos leves, las medidas conservadoras suelen ser suficientes, pero en presentaciones crónicas o infecciosas se requiere intervención médica inmediata.
Tratamientos farmacológicos
- Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), como ibuprofeno o naproxeno, para controlar el dolor y la inflamación.
- Antibióticos, si se confirma bursitis séptica tras un cultivo de líquido.
- Infiltraciones de corticosteroides directamente en la bursa inflamada, cuando la inflamación es persistente.
Tratamientos físicos y quirúrgicos
- Fisioterapia personalizada para mejorar la movilidad, reducir la inflamación y evitar recaídas.
- Reposo y aplicación de hielo en etapas agudas.
- Aspiración del líquido inflamatorio, útil en casos con acumulación importante.
- Cirugía de bursectomía, en la que se remueve la bursa inflamada cuando otros tratamientos no han dado resultado.
Es importante señalar que también atendemos afecciones similares en otras zonas del cuerpo. Nuestros médicos ortopedistas, están preparados para tratar esta condición cuando afecta al codo, con la misma precisión y enfoque multidisciplinario.
Valoración especializada para lesiones de rodilla
El éxito del tratamiento de la bursitis radica en un diagnóstico oportuno y en un enfoque terapéutico adecuado, basado en evidencia clínica. En Orthopedik, le atenderemos con protocolos personalizados según su condición.
Le invitamos a agendar una consulta con nuestros especialistas. Obtenga una evaluación precisa y el tratamiento más adecuado para recuperar su movilidad y calidad de vida.