La epicondilitis lateral, o codo de tenista, es una condición que afecta la parte externa del codo y que puede resultar muy dolorosa. Si está experimentando molestias en esa zona, es posible que se deba a una sobrecarga o lesión en los tendones del codo.
Causas principales de la epicondilitis lateral
La epicondilitis lateral suele ocurrir cuando los tendones que conectan los músculos del antebrazo con el codo se lesionan debido a movimientos repetitivos o a un esfuerzo excesivo. Este tipo de lesiones es común en personas que practican deportes como el tenis o el golf, o incluso en quienes realizan trabajos manuales que requieren mucho uso de los brazos y muñecas.
Las principales causas de esta condición incluyen:
Movimientos repetitivos:
Actividades como el tenis o el golf, o cualquier tarea que implique un uso constante de la muñeca, pueden generar pequeñas lesiones en los tendones del codo.
Sobrecarga de los tendones:
Si realiza actividades que requieren un esfuerzo continuo, como cargar objetos pesados o realizar tareas que impliquen fuerza constante, sus tendones pueden sufrir un desgaste que causa dolor e inflamación.
Técnica incorrecta o falta de calentamiento:
En deportes o ejercicios, una técnica equivocada o la ausencia de un adecuado calentamiento pueden incrementar el riesgo de sufrir esta lesión.
Aunque la epicondilitis lateral puede ser dolorosa e incapacitante, existen tratamientos efectivos que pueden aliviar los síntomas y ayudar a la recuperación.
Tratamientos para la epicondilitis lateral
Cuando se trata de epicondilitis lateral, lo primero que se recomienda son los tratamientos conservadores. Estos enfoques no invasivos pueden ayudarle a mejorar sin necesidad de cirugía. Entre los tratamientos más comunes se encuentran:
Reposo y modificación de actividades:
La clave está en descansar el codo y evitar las actividades que intensifiquen el dolor. Permitirle al codo un tiempo de descanso es uno de los pasos más importantes en el proceso de recuperación.
Terapia física:
Como especialistas en epicondilitis lateral, le podemos recomendar ejercicios específicos para fortalecer los músculos del antebrazo y mejorar la flexibilidad, lo que ayudará a reducir la presión sobre los tendones.
Medicamentos antiinflamatorios:
Los antiinflamatorios no esteroides (AINEs) pueden ser útiles para controlar el dolor y la inflamación, pero siempre deben ser indicados por un médico para evitar efectos adversos.
Uso de férulas o inmovilización:
En algunos casos, una férula o una órtesis puede ayudar a inmovilizar el codo y la muñeca, lo que favorece la recuperación al reducir el movimiento en la zona afectada.
Sin embargo, si después de varios meses no experimenta mejoría, es posible que su médico le sugiera considerar tratamientos quirúrgicos.
Opciones quirúrgicas
Cuando los tratamientos conservadores no son suficientes, se puede recurrir a la cirugía. Las opciones quirúrgicas incluyen:
Cirugía artroscópica:
Este tipo de cirugía mínimamente invasiva permite reparar los tendones dañados con incisiones muy pequeñas, lo que ayuda a reducir el tiempo de recuperación.
Desbridamiento de tendones:
En casos más graves, se puede realizar una intervención para eliminar el tejido dañado y estimular la curación del tendón.
Si el dolor persiste o empeora, es importante consultar con un médico especialista en traumatología que pueda evaluar su caso y sugerirle la mejor opción de tratamiento. Si está sufriendo de epicondilitis lateral, le invito a no dejar que el dolor interfiera con su vida diaria.
Buscar atención temprana puede acelerar su recuperación y mejorar su bienestar general. Contáctenos para recibir una consulta con nuestros especialistas.