

En nuestro blog siempre procuramos informar y educar a nuestros pacientes y lectores en general, por lo que hoy vamos a hablar de un tema muy común para el que tenemos tratamiento en nuestra clínica: Las lesiones deportivas tipo fracturas óseas.
En términos generales, una fractura ósea es la ruptura total o parcial de un hueso. Puede ocurrir por un trauma repentino como un caída o golpe. O por condiciones de salud como la osteoporosis que aumenta la susceptibilidad a las fracturas; eso la clasifica como una fractura patológica.
Lamentablemente la fractura ósea es una lesión muy común. Por ejemplo, solo en Estados Unidos, cada año, más de 50 millones de personas son tratados por una fractura, con un costo aproximado de 400 billones de dólares.
Síntomas de una fractura ósea
- Dolor e inflamación
- Deformación del hueso y la zona afectada
- Hematomas (moretes)
- Entumecimiento y hormigueo
- Fiebre
- Incapacidad para moverse o soportar peso
Tipos de fractura por daño y por trazo en el hueso
En general, existen las fracturas cerradas, donde no existe exposición del hueso roto, y las fracturas abiertas donde existe una perforación de la piel y las partes blandas que llega hasta el hueso.
En el caso de las fracturas abiertas, el riesgo de infección es mucho mayor que en las fracturas cerradas porque le pueden ingresar agentes contaminantes como polvo, y pequeñas piedras. Por eso, requieren un tratamiento especial primero.
Además, la fractura puede ser simple (cuando se rompe en una parte) o completa (cuando literalmente se rompe el hueso en dos partes).
Incluso, existe la fractura conminuta, donde el hueso se fractura en muchos fragmentos relativamente pequeños.
De acuerdo con la plataforma especializada MedlinePlus en español, entre los diversos tipos de fracturas óseas, por el trazo de la fractura, se encuentran los siguientes:
- Oblicua – fractura en ángulo con el eje
- Espiral – fractura dispuesta alrededor del eje del hueso
- También existen la fractura lineal o transversa.
Tratamiento para fracturas óseas
La buena noticia es que todos los tejidos del cuerpo tienen capacidad de regenerarse una vez que se lesionan.
El organismo, por sí solo, produce las células y sustancias necesarias para reconstruir los tejidos con las mismas características que tenían antes de la lesión. Eso incluye al hueso.
El tratamiento que ayudará a la regeneración del tejido dependerá de la gravedad de la fractura, pero comúnmente incluye una de estas combinaciones:
- Fijación externa mediante la inmovilización con férula.
- Reducción abierta y fijación interna con clavos, tornillos, alambres o placas.
- Reducción abierta, pero fijación externa con algún dispositivo especial.
El médico también debe considerar factores como la edad, el padecimiento de enfermedades crónicas, los niveles de calcio en el organismo, la localización exacta de la fractura, el compromiso de los tejidos alrededor de la lesión y las potenciales infecciones.
Contáctenos si requiere más información o ser atendido por una fractura ósea.